esp
cat
Sábado, marzo 5th, 2016

Vida cotidiana, Ramon Casas observador de su tiempo

Ramon Casas nació y vivió en un mundo cambiante, en plena transformación, y su obra reeja estos cambios. Era hijo de una familia acomodada, que nunca se opuso a su temperamento artístico. Si los artistas de la generación anterior habían estado pensionados en Roma, Casas se matricula en una de las escuelas de arte de más prestigio de la capital francesa, la del pintor de la alta sociedad Carolus-Duran. Casas va a París por primera vez en 1881, con tan solo 15 años.

En París entra en contacto con el impresionismo y con la colonia de pintores catalanes y de otras nacionalidades ancados en la ciudad. Las visitas a París se alternan con viajes a Granada, a Madrid o por Cataluña, estos últimos con Santiago Rusiñol, en carro o bicicleta. En París descubre también la vida bohemia, una bohemia dorada, de joven de buena familia; una libertad económica que otros no tenían. Con Rusiñol se interesa por los temas naturalistas, buscando la belleza de lo cotidiano, de los arrabales de las ciudades; buscan representarlo de la forma más verista posible, sin concesiones esteticistas.

Lola Plumet, 1898. Col·lecció Codorniu
Lola Plumet, 1898. Colección Codorniu

En 1889 la familia aún vivía en la Barcelona antigua, en la calle Nou de Sant Francesc, una sociedad barcelonesa todavía volcada en el interior. Las sobrias y envejecidas fachadas de las casas ocultaban unos patios llenos de vida donde las familias acomodadas creaban pequeños espacios de esparcimiento. En la Barcelona del momento, el cuadro de asunto, la representación de un hecho concreto, era el tema favorito de la burguesía, normalmente temas refinados, escenas galantes de un articioso detallismo, en las que la burguesía quería verse reejada. Casas se adapta a esta demanda del público, pero el asunto, el tema que se representa, no siempre es evidente o no queda representado de forma explícita. Esta naturalidad, esta captación fotográfica de un instante, era muy adecuada para algunos de los temas que más popularidad reportaron a Casas, como sus escenas de toilette o del baño de una mujer, pequeñas instantáneas íntimas que, sin mostrar nada que contraviniera la moral imperante, dejaban suciente margen para que la imaginación del espectador volara. (…)*

4121_casas © Carles Insenser - InPhoto
Cosiendo. Mujer (Elisa Casas) con vestido rojo, c.1889. Colección particular

Vicente de la Fuente Bermúdez

*Se puede leer el texto completo en el libro Ramon Casas. La vida moderna


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *